Las cosas buenas vienen río arriba
¿Qué viene río arriba?
Hablamos de la importancia de la navegación fluvial y de transportar los cereales de Minnesota río abajo hasta el Golfo de México y más allá, pero ¿qué ocurre con los productos que llegan río arriba?
Según Kathryn Sarnecki, vicepresidenta de gestión portuaria de la Autoridad Portuaria de Saint Paul, "los productos que suben por el río son igualmente importantes".
Nuestro viaje al trabajo en invierno no sería lo mismo
Por ejemplo, la sal para carreteras de la que dependemos en épocas de nieve y hielo. Sin ella, estaríamos "resbalando y resbalando todo el invierno", explica Sarnecki. Cuando hace calor, la sal se envía a Minnesota, donde se almacena en nuestras terminales para el invierno siguiente.
Nuestros proyectos de construcción de carreteras dependen del transporte fluvial
Otro producto clave es el cemento, que procede de lugares como Iowa, Luisiana y otros estados ribereños del río Misisipi. Lo creas o no, el cemento es algo que no debe darse por sentado. En 2014, las malas condiciones del río dificultaron la entrega de cemento y estuvimos peligrosamente cerca de paralizar todos los proyectos de construcción de carreteras del MnDOT. Sin cemento no hay hormigón, lo que significa que no hay construcción de carreteras.
Ese año el río se desbordó. Cuando el agua está alta, se mueve rápidamente y arrastra muchos sedimentos. Tras la fase de crecida, el nivel del agua desciende, ralentizando el caudal y dejando caer los sedimentos al fondo del río. Debido al bajo nivel del agua y a la gran cantidad de sedimentos en el fondo del río, las barcazas se quedaban atascadas. Esto afectaba al suministro de cemento.
La solución fue entregar cargas parciales de cemento, más ligeras y fáciles de maniobrar en esas condiciones. Las cargas se redujeron a la mitad en La Crosse, Wisconsin, en colaboración con la industria marítima, la Guardia Costera de Estados Unidos, el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de Estados Unidos y empresas privadas.