Nuestro socio, Braun Intertec, proporcionó información de fondo sobre la historia de la contaminación en el campo de golf Hillcrest.

Uso histórico de productos a base de mercurio

Los impactos de mercurio identificados en el campo de golf Hillcrest se deben al uso histórico de fungicidas que contienen mercurio y otros productos agrícolas para la gestión del césped utilizados habitualmente en los campos de golf en el pasado. Estos productos se utilizaban ampliamente en Estados Unidos y Canadá, sobre todo en los climas septentrionales, para proteger el césped de los problemas estacionales relacionados con el moho.

El uso de productos que contienen mercurio en los campos de golf se remonta a la década de 1950 y continuó en la década de 1990. Estos productos se aplicaban de forma rutinaria a los greens y/u otras zonas de los campos de golf, varias veces al año, utilizando las prácticas estándar de la industria y la información aplicable de la etiqueta del producto. Dado que el mercurio en esta forma es relativamente inmóvil, el resultado fueron concentraciones elevadas de mercurio en el suelo poco profundo, principalmente en los 12" superiores, donde se aplicó el producto.

En Minnesota, el Departamento de Agricultura de Minnesota (MDA) tiene jurisdicción sobre los impactos ambientales derivados de los productos utilizados con fines agrícolas, incluida la gestión del césped de los campos de golf. El MDA no considera que el suelo afectado por el mercurio en los campos de golf sea "una liberación" porque los productos relacionados con la agricultura se utilizaron según lo previsto. Así pues, en el caso del campo de golf de Hillcrest, no se considera que el mercurio haya sido vertido o causado por un "contaminador" o una "parte responsable" que requiera la aplicación de la normativa u otra acción especial.

Sin embargo, en la práctica, el MDA espera que los impactos del mercurio se limpien adecuadamente si la propiedad cambia de uso en el futuro. Cuando se llevan a cabo, estas limpiezas están diseñadas para garantizar que el suelo restante cumple con las normas que son coherentes con el uso futuro de la propiedad.